Me he dado cuenta de quien soy y de quien quiero ser. Y quiero ser quien soy, porque si no soy yo, tampoco lo será nadie por mí.
Espacio para temas relacionados con el entrenamiento deportivo y la salud mental
martes, 26 de mayo de 2015
lunes, 13 de abril de 2015
Yo estoy aquí por amor
La suerte de mi vida es ver cada día la voluntad de cambio humana. Darme cuenta del potencial de la gente en ser mejor.
Creer en las personas, en que sus problemas se pueden solucionar y transmitírselo sinceramente es, desde mi punto de vista maravilloso, sobretodo cuando finalmente ves que has sido capaz de acompañar a esa persona en un difícil momento de su vida y ha sido capaz de volver a ser feliz. De sonreír.
Es muy bonito sobretodo cuando llega alguien dispuesto a cambiar, a enfrentarse a lo que haga falta porque esta dispuesto a luchar por ser mejor, feliz! Ambición de la buena. Algunos lo llegaran a etiquetar de valentía. Dejar atrás el inconformismo del día a día con la excusa de que el tiempo ya lo solucionará todo. Nada más allá de un autoengaño, de un atentado contra su salud.
Y, me vais a perdonar, pero a parte de psicólogo soy un romántico, y me encanta escuchar cuando llega alguien a mi despacho y me dice: Yo estoy aquí por amor. Alguien atraído a cambiar algunos de sus limites, constructos o miedos infranqueables por su felicidad. Porque no nos engañemos, se trata de la felicidad de cada uno, no de sus parejas, se trata no de cambiar la personalidad de las personas, sino de dejar atrás miedos, inseguridades, experiencias negativas no cerradas por el propio bien de cada uno, de afrontar y dejarse llevar, por valorar la persona que tienen al lado y estar dispuestos a cambiar por sí mismos para poder seguir con aquella persona. Eso es un valor doble, algo que dices chapeau! No solo has hecho el paso de decir, necesito cambiar cosas de mi vida y necesito ayuda de alguien porque yo solo no se como hacerlo, lo cual conlleva una cura de humildad, sino que ademas eres capaz de hacerlo por tu bien y por el de otra persona! Y más admirable aun es por el hecho de que esa persona venga voluntariamente, porque se haya dado cuenta de que necesita ese cambio sin que nadie se lo haya pedido, es ahí donde radica la diferencia de tomar conciencia sobre uno mismo, ya que si alguien viene porque se lo han pedido pero no llega a ver el su necesidad real de cambio poco sentido tiene.
Y ahora os diré aun más. Y que es de aquella persona que me dice: Quiero cambiar cosas de mi vida por mi hijo, porque quiero que sea feliz conmigo. Ahí me emociono sanamente. Es el súmmum del amor, desear lo mejor para tí porque al fin y al cabo es lo mejor para el amor más puro, que es del del padre o madre hacia su hijo. Dejando de lado todo egoísmo habido y por haber, deshaciéndose de toda excusa, engaño o beneficio del síntoma que tendría seguir así, por no ver más allá, no ser capaz de ver las consecuencias negativas a largo plazo que tendría no cambiar en ese momento, no prevenir en su salud.
Y corroboro entonces lo bonito de mi trabajo, poder creer en el potencial de mejora de cada uno sin excusas, incondicionalmente ayudarle a obtener una percepción distinta de la realidad, crear conciencia y potenciar los cambios.
Todos vienen por amor, por amor propio, porque se quieren, y porque quererse implica cuidarse.
Creerme si os digo que no lo cambiaría por nada del mundo.
Aveces hay que mirar debajo de la punta del iceberg, hay que buscar el fondo de la cuestión.
martes, 3 de marzo de 2015
We Love Padel
¿Podríamos llamarte el
deporte príncipe?
Que el Pádel esté de moda
no es ninguna casualidad.
Reúne diversas variables que lo hacen muy goloso. Sociable, económico y accesible a todo tipo de edades y niveles. Fácil de aprender, diversidad de pistas (al aire libre, a cubierto), abanico de opciones para jugar y divertido. Las dimensiones de la pista ayudan también para favorecer la facilidad de aprendizaje y para dar mayor juego con las paredes o cristales.
Para los que se inician
es un deporte sencillo de aprender y DIVERTIRSE de forma casi inmediata. Esa es
la clave del éxito de este deporte. La gente acostumbra a practicar deportes
porqué se divierten, porque eso les genera bienestar emocional y salud, vaya, a
petición de las endorfinas. Si el deporte es poco accesible o difícil de
aprender en poco tiempo lleva a que el esfuerzo a realizar por la persona que
lo quiere aprender o practicar disminuya.
Los organizadores de
clubes y federaciones de pádel han sabido muy bien cómo gestionar
progresivamente el boom y la afición que se va generando por este deporte, que
engancha tan rápidamente y en el que un principiante puede estar compitiendo a
niveles D o C en cualquier club de la zona, donde además no es necesario pagar
para federarse y competir, lo cual aún lo facilita más. Vamos, todo son
ventajas para practicar este deporte. Esto indirectamente beneficia a otros
deportes de raqueta como pueden ser el Tenis o el Squash, ya que permite que la
gente al familiarizarse con la raqueta quiera probar nuevas cosas.
Para aquellos jugadores
que llevan ya unos meses o años y están iniciados en la competición, federada o
no, es común oírles decir aquello de: Estoy enganchado al pádel. Cuando me
dicen de jugar no puedo decir que no, y me encanta!
Bien, cada vez hay más
necesidad de aprender bien, con profesores especializados que ayuden a
perfeccionar la técnica de aquellos que quieren ganar partidos y ascender de
categorías en los torneos y americanas. Un bien para los negocios al fin y al
cabo, ya que con el incremento de la fama de éste deporte se han abierto nuevos
clubes, pistas, tiendas, se han especializado nuevos profesores.
Un campo que cada vez
está siendo más reclamado entre aquellos que ya tienen un nivel suficiente para
que factores externos a la técnica afecten a sus victorias, y con lo cual a su
rendimiento es el psicológico.
No os descubro nada si os
digo que el pádel, más que un deporte de fuerza es un deporte técnico, preciso
y que gana el que mayor capacidad tiene para saber leer el juego y colocar la
pelota donde el rival no pueda llegar.
Estamos hablando pues de
habilidades psicológicas, como la atención, la concentración o la activación.
Hay muchos factores que
pueden influir en el rendimiento de un jugador, como bien pueden ser factores
climatológicos, por ejemplo el frío o calor, el viento, y por supuesto tener el
sol de cara o no e incluso los focos si jugamos en un indoor o de noche.
Además de esos factores
afectarán al rendimiento del jugador o equipo aspectos como la comunicación, la
presión de si jugamos en alguna competición o bien si jugamos con los amiguetes
que conocemos perfectamente.
Nuestro rendimiento no es
el mismo, y eso lo podemos trabajar. Seguro que aquellos que ya se han
estrenado en algún campeonato han sentido la sensación de encoger el brazo, de
no estar atentos al máximo a los rebotes del cristal o se han precipitado al
querer acabar un punto cuando no era todavía el momento. Quizás también no han sabido comunicarse correctamente con su pareja de equipo o se han sentido desconectados del partido.
Podemos trabajar también con los entrenadores de pádel, en ayudarles a gestionar y comunicar de manera más eficiente sus indicaciones, consiguiendo así mayores resultados de sus entrenamientos.
El pádel nos da otra
ventaja, y es que cada vez se va a generar mayor cultura de este deporte que
empiezan a practicar los más pequeños, se crea afición por ver partidos de
profesionales y nos seguirá permitiendo teniendo un inmenso abanico de
posibilidades, donde la psicología – coaching deportiva tenga una cabida
importante para aquellos que quieran que su rendimiento sea más regular, sentir
que son capaces de aguantar los factores psicológicos y jugar también con ellos
en el partido, y no solamente con un potente saque, un fuerte smash o un drive
bien cortado.
Seguimos creciendo,
seguimos sumando, seguimos jugando.
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