Seguro que todos os habréis parado alguna vez en vuestra vida a valorar el presente, el aquí y ahora. A veces nos resulta complicado disfrutar del presente, de aquello que tenemos sin planificar el futuro. Incluso a veces nos resulta difícil no estar más pendientes de los planes de futuro que de los del presente que vivimos. Y cuando planificamos un futuro a medio plazo, realmente lo satisfactorio es saber y poder disfrutar del camino que nos lleva a ese plan, ese evento.
En deporte, y en este caso el Crossfit; del que nos habla Edu Garriga, Head Coach del Crossfit 77Feet en Blanes, Girona disfrutar de los entrenos diarios es clave, porque las competiciones pude que de en año en año no se repitan y... tendría algún sentido esperar a disfrutar una competición que a lo sumo puede llegar a durar un fin de semana sin apreciar los 363 días restantes?
Os dejo con las reflexiones de Garriga; enjoy!!
¿Mis últimos Opens?
Leroy Kemp, más
conocido como Lee Kemp fue uno de los más exitosos wrestlers de la historia de Estados Unidos. Ganó la copa del mundo
en 1978, 1979 i 1982 y consiguió un bronce en la edición de 1980. Lee era el
favorito para llevarse la medalla de oro en las Olimpiadas de 1980 de Moscú. Con
24 años, estaba en el pico de forma de su carrera, venía de ganar dos Mundiales
y contaba con el apoyo de todo el equipo americano de wrestling. Llevaba años focalizado en esta fecha, preparándose para
esta cita con la historia. Su momento con la historia. Pero nunca pudo ser. A
solo 6 meses de la gran fecha el Presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter
amenazó con retirar el pasaporte a cualquier atleta que asistiese al evento,
dejando claro así su boicot a las Olimpiadas de 1980. De la noche a la mañana,
todo se fue. Adiós.
Lee Kemp siguió
ganando Mundiales y Nacionales pero muy lejos quedaban ya las próximas
Olimpiadas, que con casi 29 años, se antojaban difíciles. ¿Qué sentido tenía la vida de este luchador
de por aquel entonces 24 años? ¿Valía la pena seguir intentándolo? ¿Debía
seguir entrenando? Éstas, son preguntas cuyas respuestas, se dilucidarán en un
próximo artículo.
Para muchos, esta
pasada semana finalizó la temporada oficial de Crossfit HQ con el 17.5
–nuestras Olimipadas- y aunque durante el año se van sucediendo otras pequeñas
y no tan pequeñas competiciones individuales y por equipos -nuestros Mundiales
y Nacionales- la parte relativa a la marca madre que da paso a los Regionals
que a su vez dan paso a los Games ya se terminó. Y para la inmensa mayoría de
nosotros sin más aspiraciones que hacer unos buenos Opens las citas oficiales
se posponen hasta el 18.1. O tal vez no. Acabamos el año top 200, top 500 o top
20.000 pero lo acabamos. Hemos competido des del 17.1 hasta el 17.5 sin fallar
a ninguna cita. Completando todos los entrenos puntuando en todos. En algunos
más y en otros menos, pero puntuando. Todo ha ido como debería, sin
incidencias, sin lesiones y con mucho Crossfit. Aunque, ¿qué seguridad tenemos
de que el año que viene será así? Es más, ¿qué seguridad tenemos de que el año
que viene podremos competir? Y aún si me apuran ¿qué seguridad tenemos de que
estos no han sido nuestros últimos Opens?
Si Lee Kemp tenía
dudas de algo era de qué color seria su medalla, aunque seguramente tenía
bastante claro que iba a ser dorada. Nunca hubiera esperado un desenlace como
el ocurrido. Cuando todo parecía evocado al mejor de los finales se va al
garete por cuestiones sobre las que no tienes ningún poder de decisión. Y esa es la verdad. Muchas veces ocurren cosas.
A veces buenas y a veces malas. Y no puedes hacer nada al respecto. Si ya lo
dijo Will Smith: “sin comerlo ni beberlo acabé siendo un chuleta de un barrio
llamado Bel-Air”.
Mi principal
preocupación llegados a este punto no debería ser en qué puesto dicta el leaderboard que se encuentra mi fitness actualmente. Y así debería ser
para todos. Lo que más nos debería
concernir ahora es ¿he disfrutado de estos Opens como si fuesen los últimos?
¿He atacado cada WOD con todo lo que tenía en ese momento? ¿He disfrutado de
mis compañeros de fatigas, reído con ellos y sufrido con ellos? ¿De toda la
comida basura ingerida la semana posterior? ¿De todas la cenas de celebración? ¿De sendas
borracheras?
Nadie está
hablando de apocalipsis zombis, ni de meteoritos. A veces cuestiones tan cotidianas
como una maternidad o una paternidad, una lesión, un viaje, un cambio de
trabajo o de piso, te alejan durante un año de la posibilidad de competir en
una cita. Y esa distancia se acrecienta durante el siguiente año y cuando lo
intentas no llegas a la próxima competición lo suficientemente preparado. Y ya
llevas dos años parado y ves que todo el mundo te cogió ventaja y empiezas a justificarte
“no soy lo suficientemente bueno”, “la genética”, “esto del Crossfit es muy
duro”. Y cuando te quieres dar cuenta llevas 5 años sin practicar nada de
deporte -que no sea, con suerte, salir en bici los domingos por la mañana- y que los Opens del 2017 fueron tus últimos
Opens. Y que no los disfrutaste como deberías haberlo hecho.