En este escrito me ha
parecido adecuado introducir un poco los temas principales sobre los que van a
ir seguidos los siguientes temas de publicación, que son la psicología en
general, y la psicología clínica y
deportiva más en particular, de la mano del coaching y conjuntamente también relacionado
con temas de la práctica deportiva.
Para empezar me gustaría diferenciar
varios aspectos de la psicología que a mi entender deben quedar claros para
comprender la situación actual de esta profesión.
La psicología es en
términos generales una ciencia que estudia el comportamiento de las personas a
través de sus pensamientos y percepciones con tal de poder comprender futuras
acciones o situaciones.
Dentro de ésta disciplina
debemos separar lo que es la más pura psicología clínica o psicoterapia de
otras vertientes de esta profesión. La psicología clínica se centra en tratar
aspectos disfuncionales para la vida de las personas, para la salud mental del
día a día, familiar o de pareja.
De esto entendemos que la
psicología deportiva no se centra en aspectos tan puramente disfuncionales,
sino que más bien trata los temas relacionados con cómo potenciar las
competencias o habilidades mentales que intervienen en la práctica del deporte.
Podemos incluir en estos aspectos que trabajamos, todo lo que tenga que ver con
la práctica deportiva, evidentemente siempre teniendo en cuenta los aspectos
relacionados con ello y el alcance de la demanda, ya sea para potenciar lo que
hay, o bien para recuperar niveles conseguidos previamente de autoconfianza,
concentración o motivación entre otros.
Dentro de lo que es la psicología
deportiva, des de mi punto de vista, está una nueva forma de proceder al
tratamiento con deportistas, entrenadores y demás que es el coaching. Una
metodología de trabajo abierta a más profesionales que solamente psicólogos
donde el objetivo es cómo conseguir crear un impacto en la persona con la que
estamos, de forma no directiva y creando conciencia y recursos en el cliente
para que descubra por sí mismo sus objetivos y la forma de conseguirlo.
Dicho esto, me gustaría
compartir algunas reflexiones propias; y son las siguientes.
¿Qué nos aporta el
deporte a nuestra salud mental?
¿Qué beneficios podemos
tener practicando deporte?
¿Qué valor le damos a la
práctica deportiva des de niños a hasta adultos y cómo esto repercute en
nuestro día a día?
¿Llevamos a cabo una
buena práctica deportiva en los clubes o instituciones con los jóvenes y
también con los adultos?
¿Qué pasa cuando llegamos a los 18 años? ¿Qué influencia tiene el salto de la educación
secundaria a estudios superiores en nuestra práctica deportiva? ¿Qué factores
nos llevan al abandono total o parcial? ¿Qué influencia tiene esto en nuestra
salud física y mental?
Son preguntas que podría
responder, pero que me parece que de poco os serviría que yo os dijera lo que
pienso.
Espero que estas
cuestiones os hagan reflexionar sobre la práctica deportiva y su importancia a
tener una salud mayor y más completa, porque el deporte nos da la oportunidad
de relacionarnos, de liberar endorfinas que afectan a nuestro estado de ánimo,
de mantenernos en la línea de nuestras motivaciones personales y conseguir
disfrutar jugando.
Pensemos en el valor
añadido que un psicólogo – coach deportivo puede dar al trabajar dentro de los
clubes, federaciones y asociaciones deportivas, con deportistas, entrenadores,
directivos y gerentes de clubes, árbitros y padres.
Me gustaría para
finalizar destacar el factor JUGAR, y es que a veces nos olvidamos que el
deporte se juega, jugamos a baloncesto, a tenis, a golf, a fútbol, a waterpolo,
pero jugamos, y es que en la mayoría de nosotros la asociación que le damos a
este verbo es de diversión, de distracción, incluso lo asociamos a la infancia,
cuando no hay problemas cuando disfrutamos.
Entonces, juguemos al
deporte, y pensemos en qué beneficios puede haber en el entrenamiento mental
con profesionales como los psicólogos coach.