martes, 29 de agosto de 2017

El obeso, el competidor y el objetivo

¿Alguna vez os habéis planteado alguna meta?

¿Habéis deseado algo de verdad? Algo para lo que estéis de verdad totalmente comprometidos a pagar el precio que sea necesario a nivel de esfuerzo con tal de lograrlo. ¿Habéis sentido alguna vez esa motivación?

Estamos hablando de un objetivo, pero muchas veces nos equivocamos al escogerlo.
Con Edu Garriga, Head Coach del Crossfit 77Feet de nuevo reflexionamos sobre aspectos de psicología y deporte.




El obeso, el competidor y el objetivo

El obeso
Imaginad esto. Un hombre entra en el gimnasio. Marcadamente obeso. Su objetivo es perder 17 kilos. El hombre, a pesar de llevar más de una década sin hacer deporte y con un estilo de vida poco saludable, decide hacer el paso. Empieza entrenando un par de veces a la semana. Sin Open Box. Su estado de forma es malo, hay que adaptarle todos los elementos de las clases y termina cada sesión destruido. Por los suelos. Aún así él no cesa en su intento de conseguir el peso ideal. Rápidamente encuentra en el box un ambiente que le invita a ir sin tener la sensación de estar obligado a ello. Empieza también a hacer dieta para acelerar el proceso. Para llegar más rápido a su objetivo. A los dos meses y sin saltarse una sola sesión, decide subir a 3 días e incluso aprovecha el Open Box, que lo destina evidentemente a hacer WODS de cardio. A los 3 meses y medio nuestro protagonista ha conseguido perder 15 de los 17 kilos que se había planteado perder. El objetivo está muy cerca.

El competidor
Ahora imaginad esto. Tienes marcada una fecha en el calendario. La gran competición. Tu gran competición. Y como objetivo el podio. Llevas preparándola semanas. Calculando “macros”, dividiendo entrenamientos, triplicando sesiones, mejorando debilidades y preparándote mentalmente para el fin de semana. Has dejado de banda amigos y pareja y renuncias a planes con la gente que se supone te va a apoyar durante la competición para llegar a la fecha en el estado de forma físico más brutal que hayas conocido. Y así es. La noche antes te preparas toda la comida que vas a necesitar, la suplementación, una indumentaria para cada evento y consigues dormir más de 8 horas. Y arranca la competición. Las sensaciones son inmejorables. PR de Snatch en un WOD de fuerza. Top 10 en un WOD que tenía natación y carrera, cosa impensable hace un año. Asimilas cada vez mejor el paso de los eventos y ves como los otros rivales se van quedando. Estás más preparado que nadie para tales cantidades de volumen y vas recogiendo los frutos de tu preparación a medida que el cansancio hace mella en los otros competidores. En la final eres prácticamente el atleta que más entero estás.

El obeso
Han pasado ya 4 semanas y nuestro protagonista sigue dos kilos lejos de los 17 que se había marcado. Aunque el hombre ya entrena cinco días por semana y únicamente se da una concesión el sábado por la noche con la dieta, sigue sin poder perder los 2 kilos que necesita. La persona que entró hace algo menos de cinco meses por la puerta del gimnasio en un estado de forma lamentable ha desaparecido. En su lugar se encuentra otra que practica deporte 5 de 7 días a la semana, mantiene una dieta equilibrada y saludable, ha reducido sus niveles de colesterol, se encuentra más en forma, más vivo, con más lívido y es capaz de jugar con sus hijos, de hacer excursiones, de correr, etc. Y aún así, ha fracasado.
 
El competidor
Llega la final y das tu máximo en este último evento quedando cuarto del WOD y cuarto del global. A la competición que tanto te habías marcado en el calendario, tu competición, se han apuntado tres atletas top 15 de Regionals, uno de ellos clasificado para los Games y aunque has hecho tu mejor competición hasta la fecha, has fracasado.

El objetivo
A menudo nos plateamos objetivos como perder un determinado número de kilos, quedar entre los X primeros en una competición o bajar de tal tiempo nuestra marca de 5k. Nos olvidamos, pero que muchas veces la consecución de estos está sujeta a demasiadas cosas que no dependen de nosotros. El objetivo debe ser siempre el proceso: disfrutar de cada día de entrenamiento, de las personas que comparten sufrimiento contigo, de cada repetición, de cada segundo; cambiar tus hábitos diarios por unos más saludables; eliminar todo aquello de tu dieta que pueda interferir en el camino de estar más en forma; sacarle el máximo a cada entrenamiento sin buscar excusas. El objetivo tiene que ser no poder recriminarte nunca no haber hecho todo lo que estaba en tus manos para conseguirlo. Después de eso, el resto es una pura consecuencia. 
Edu Garriga



Así es, el objetivo debe ser de proceso y no de resultado, sino el fracaso está latente. Un objetivo de proceso debe ser descriptivo, realista, específico y medible. De esta forma nos aseguramos que nuestro objetivo sea, por ejemplo entrenar 3 días por semana, y si eso nos lleva como consecuencia a perder peso, a estar más en forma para una competición o para cualquier otra cosa que nos planteemos estará bien ya que estaremos libres de frustración, y lo más importante, que estaremos comprometidos con nosotros mismos y con aquello que depende de nosotros.
En Crossfit 77Feet lo tienen claro, prueba de ello es que siguen esta filosofía que les lleva a crecer cada día, a entender que el objetivo de hacer lo que hacen y de trabajar en ello es disfrutar de lo que hacen y eso les lleva a ser cada vez más grandes e incorporar aquello que la gente y que ellos mismos necesitan, como lo pone en evidencia el nuevo Box que abrirán próximamente en la población de Lloret de Mar.
Os dejo el link a continuación de su canal de youtube, donde podréis ver una muestra de cuál es la esencia y el estilo de Edu Garriga y Crossfit 77Feet
Crossfit 77Feet Media

viernes, 16 de junio de 2017

1 Year Crossfit: Un salto




Este mes hace un año que me inicié en la práctica deportiva del Crossfit, un deporte que hasta ese momento era casi desconocido para mí.

Pronto me llamó la atención al asistir a una competición interna del box donde llevo este año inscrito, el 77Feet. En esa competición que se realizaba en formato mixto pude observar en primer lugar algo que incluso para un psicólogo deportivo es sorprendente: el entrenamiento constante en la resiliencia.
No había visto nunca antes como un deporte podía ayudar a generar tanta capacidad de tolerar; y diréis, ¿tolerar el qué? Pues tolerar muchas cosas. En primer lugar el dolor, junto a que no te salgan correctamente los movimientos con el cansancio o fatiga. Se trata de superarse a uno mismo, de dar el máximo de tus posibilidades. Eso es lo que entendí por el crossfit de forma amateur en esa competición

En ese momento me picó la curiosidad y no tardé en inscribirme.
He querido dedicar este texto a mi experiencia en el crossfit durante este año porqué me ha aportado muchas cosas, tanto a nivel personal, así como en seguir aprendiendo cosas de mi profesión, gracias también en parte a los profesionales con los que he tenido la suerte de entrenar en este año, entre ellos Edu Garriga, Head Coach del Crossfit 77Feet, con quien además de enseñarme cómo entrenar bien podemos compartir grandes reflexiones, tanto en el box como por escrito de aspectos psicológicos del entrenamiento en crossfit, tanto a nivel amateur como a nivel competitivo.

Bien, volviendo al tema principal me gustaría destacar algunos aspectos que creo que diferencian al Crossfit de otros deportes.
En primer lugar, como decía anteriormente creo que este deporte consigue que las personas tengas mayor capacidad de resiliencia, mayor tolerancia, al fin y al cabo, y esto creedme que en el día a día es indispensable, más aún con el ritmo frenético que llevamos de vida. Tolerar frustraciones, tolerar insatisfacción, el dolor entre otras cosas nos hace sentirnos mejor y con lo cual puede prevenirnos de posibles problemáticas psicológicas.

Otro aspecto clave del crossfit es sin duda la variabilidad de ejercicios y entrenos posibles. Esto permite a la persona que lo practica varias cosas. En primer lugar el efecto sorpresa que nos lleva a ir a un entreno sin saber qué habrá preparado para ese día, pero con la seguridad de que reunirá las características necesarias para poder trabajar las distintas partes del cuerpo a lo largo de la semana, todo ello combinando el ejercicio aeróbico con el anaeróbico, junto a otra gente que realiza lo mismo que tú, cada uno a su ritmo, sin ninguna presión más que la propia y sanamente para poder dar el 100% y caer rendido al suelo tras el WOD (Work Of the Day). Esto genera un efecto de comunión con el grupo que nos permite sentirnos identificados, unidos a una gente, aunque a veces esas relaciones no vayan más allá de las paredes del box, pero son ratos que los identificamos con buenas sensaciones, con el sentimiento de pertenencia a un grupo, lo cual nos puede llevar a sentirnos bien, otra vez en una sociedad en la que cada vez se tiende más al individualismo y al aislamiento.
Además, el crossfit nos permite entrenar nuestra capacidad de concentración. Se trata de una atención muy focalizada en las repeticiones y en una técnica muy precisa, sobre todo en algunos ejercicios de barra o de dominadas.

Es evidente e imprescindible la necesidad de autorregulación y autogestión del tiempo y de nuestras energías en un entrenamiento. La persona debe aprender a auto gestionarse si tiene como objetivo intentar cumplir con el objetivo del entreno que dependiendo de cómo será hacer máximas series en un tiempo determinado o quizás un número fijo de series en el menor tiempo posible. Esto es perfectamente trasladable a nuestra vida, en casos como la regulación de nuestro estado anímico, la capacidad de adaptarnos en diferentes momentos a situaciones o incluso en saber organizar nuestro tiempo y las tareas, ya sea en los estudios, en casa o en el ámbito laboral.

¿Qué decir sobre la motivación? Todo el que practica crossfit y decide que está dispuesto a tolerar el esfuerzo que representa cada día que vas dar tu máximo y probablemente poder tener agujetas durante varios días, incluso en partes del cuerpo hasta el momento desconocidas estamos aceptando un compromiso con nosotros mismos. ¿Y cuál es el objetivo? Depende del de cada uno pero tenerlo claro y que sea realista y asumible va a ser lo que nos va a dar la motivación para seguir y venir semanalmente a los días que nos comprometamos. La mayoría de personas con las que he hablado que llevan más de tres meses entrenando a crossfit coinciden que hay un efecto de “enganche”. Yo creo que la traducción es la de motivación con la ilusión que conlleva. ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a comprometernos con NOSOTROS MISMOS? Hasta el punto de levantarnos a las 6.30h de la mañana para entrenar de 7.30 a 8.30h incluso en el frío enero en un pueblo como Blanes? Se de muchos que sí, y yo entre ellos cuando el horario laboral no me permite ir a otra hora.

Os puedo asegurar que el crossfit me ha aportado muchas cosas en mi vida como os decía al principio. Entre ellas me ha ayudado a corroborar algo que ya sabía pero que nunca está mal que con el tiempo se reconfirme y es que si el objetivo es realizar algo, ya sea un deporte o cualquier otra actividad por el hecho de sentirnos bien, y no por un objetivo secundario como el de estar en forma, perder peso, entre otros, el objetivo se mantiene y se adapta según el momento pero la motivación no disminuye, por eso este deporte permite que tanta gente se mantenga y que si hay una baja sea por motivos externos al deporte.

Sin duda yo he hecho un salto, he salido de mi zona de confort, he aprendido y he crecido a nivel personal y debido a mi profesión también a nivel laboral.


Está claro que todo deporte tiene su valor diferencial y añadido, pero está claro que el Crossfit de la manera que lo entiendo yo es uno de los deportes más diferencial aportando una forma de entrenamiento funcional muy completo.

lunes, 17 de abril de 2017

El Surf y la Vida





El surf como la vida es tener la ansiedad de coger la primera ola de la serie, es remar a contracorriente cuando no sabes que hay un camino más sencillo, es remar una y otra vez aunque estés cansado, caerte y levantarte, aguantar el equilibrio ante situaciones inestables, aguantar la respiración cuando algo te deja sin aliento. Maravillarse de ver salir o ponerse el sol sintiendo el agua en tus pies igual que sientes el aliento de las personas cuando las tienes cerca. 


Entender el surf como forma de vida y aplicarlo al día día es aprender mejor en como llevar los conflictos, en como saber ser paciente a que venga una nueva serie o q el Sol y las olas volverán mañana y que habrá días que el mar esté en calma y habrá días de temporal que el agua esté desordenada.


Así es la vida, tan simple y bonita como compleja. Hay que saber cuando el mar no te deja entrar, hay que saber cuando no es el momento.




Hay veces que estamos esperando una serie, y todos sabemos que la primera de la serie no es la buena pero que la esperamos con tanta ansiedad o nervios que la cogemos, eso nos enseña a ser pacientes. Y cuando estamos en la ola... solo nos queda remar y ver si la cogemos o nos caemos, hay que intentarlo siempre, remar fuerte, a por todas.

Pero sobretodo, hay que dejarse llevar y sentir.
El surf es una forma de vida, una forma de aprender.
Hace un tiempo me desperté y volví a sentir, gracias a alguien que me ayudó. La Salvaje y un amigo me bautizaron. Y a día de hoy pienso en cual será mi próximo baño. Es un camino, es un aprendizaje.





Be water my friend

lunes, 3 de abril de 2017

¿Mis últimos Opens?

Seguro que todos os habréis parado alguna vez en vuestra vida a valorar el presente, el aquí y ahora. A veces nos resulta complicado disfrutar del presente, de aquello que tenemos sin planificar el futuro. Incluso a veces nos resulta difícil no estar más pendientes de los planes de futuro que de los del presente que vivimos. Y cuando planificamos un futuro a medio plazo, realmente lo satisfactorio es saber y poder disfrutar del camino que nos lleva a ese plan, ese evento. 

En deporte, y en este caso el Crossfit; del que nos habla Edu Garriga, Head Coach del Crossfit 77Feet en Blanes, Girona disfrutar de los entrenos diarios es clave, porque las competiciones pude que de en año en año no se repitan y... tendría algún sentido esperar a disfrutar una competición que a lo sumo puede llegar a durar un fin de semana sin apreciar los 363 días restantes?

Os dejo con las reflexiones de Garriga; enjoy!!



¿Mis últimos Opens?

Leroy Kemp, más conocido como Lee Kemp fue uno de los más exitosos wrestlers de la historia de Estados Unidos. Ganó la copa del mundo en 1978, 1979 i 1982 y consiguió un bronce en la edición de 1980. Lee era el favorito para llevarse la medalla de oro en las Olimpiadas de 1980 de Moscú. Con 24 años, estaba en el pico de forma de su carrera, venía de ganar dos Mundiales y contaba con el apoyo de todo el equipo americano de wrestling. Llevaba años focalizado en esta fecha, preparándose para esta cita con la historia. Su momento con la historia. Pero nunca pudo ser. A solo 6 meses de la gran fecha el Presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter amenazó con retirar el pasaporte a cualquier atleta que asistiese al evento, dejando claro así su boicot a las Olimpiadas de 1980. De la noche a la mañana, todo se fue. Adiós.

Lee Kemp siguió ganando Mundiales y Nacionales pero muy lejos quedaban ya las próximas Olimpiadas, que con casi 29 años, se antojaban difíciles.  ¿Qué sentido tenía la vida de este luchador de por aquel entonces 24 años? ¿Valía la pena seguir intentándolo? ¿Debía seguir entrenando? Éstas, son preguntas cuyas respuestas, se dilucidarán en un próximo artículo.

Para muchos, esta pasada semana finalizó la temporada oficial de Crossfit HQ con el 17.5 –nuestras Olimipadas- y aunque durante el año se van sucediendo otras pequeñas y no tan pequeñas competiciones individuales y por equipos -nuestros Mundiales y Nacionales- la parte relativa a la marca madre que da paso a los Regionals que a su vez dan paso a los Games ya se terminó. Y para la inmensa mayoría de nosotros sin más aspiraciones que hacer unos buenos Opens las citas oficiales se posponen hasta el 18.1. O tal vez no. Acabamos el año top 200, top 500 o top 20.000 pero lo acabamos. Hemos competido des del 17.1 hasta el 17.5 sin fallar a ninguna cita. Completando todos los entrenos puntuando en todos. En algunos más y en otros menos, pero puntuando. Todo ha ido como debería, sin incidencias, sin lesiones y con mucho Crossfit. Aunque, ¿qué seguridad tenemos de que el año que viene será así? Es más, ¿qué seguridad tenemos de que el año que viene podremos competir? Y aún si me apuran ¿qué seguridad tenemos de que estos no han sido nuestros últimos Opens?

Si Lee Kemp tenía dudas de algo era de qué color seria su medalla, aunque seguramente tenía bastante claro que iba a ser dorada. Nunca hubiera esperado un desenlace como el ocurrido. Cuando todo parecía evocado al mejor de los finales se va al garete por cuestiones sobre las que no tienes ningún poder de decisión.  Y esa es la verdad. Muchas veces ocurren cosas. A veces buenas y a veces malas. Y no puedes hacer nada al respecto. Si ya lo dijo Will Smith: “sin comerlo ni beberlo acabé siendo un chuleta de un barrio llamado Bel-Air”.

Mi principal preocupación llegados a este punto no debería ser en qué puesto dicta el leaderboard que se encuentra mi fitness actualmente. Y así debería ser para todos.  Lo que más nos debería concernir ahora es ¿he disfrutado de estos Opens como si fuesen los últimos? ¿He atacado cada WOD con todo lo que tenía en ese momento? ¿He disfrutado de mis compañeros de fatigas, reído con ellos y sufrido con ellos? ¿De toda la comida basura ingerida la semana posterior?  ¿De todas la cenas de celebración? ¿De sendas borracheras?


Nadie está hablando de apocalipsis zombis, ni de meteoritos. A veces cuestiones tan cotidianas como una maternidad o una paternidad, una lesión, un viaje, un cambio de trabajo o de piso, te alejan durante un año de la posibilidad de competir en una cita. Y esa distancia se acrecienta durante el siguiente año y cuando lo intentas no llegas a la próxima competición lo suficientemente preparado. Y ya llevas dos años parado y ves que todo el mundo te cogió ventaja y empiezas a justificarte “no soy lo suficientemente bueno”, “la genética”, “esto del Crossfit es muy duro”. Y cuando te quieres dar cuenta llevas 5 años sin practicar nada de deporte -que no sea, con suerte, salir en bici los domingos por la mañana-  y que los Opens del 2017 fueron tus últimos Opens. Y que no los disfrutaste como deberías haberlo hecho.