lunes, 13 de abril de 2015

Yo estoy aquí por amor



"Yo estoy aquí por amor"

Tengo la suerte de trabajar como psicoterapeuta. Muchos pensaran que donde esta la suerte en escuchar problemas a diario de las personas, confesiones a veces inconfesables, tormentos mentales que llegan a mi consulta cada día. 

La suerte de mi vida es ver cada día la voluntad de cambio humana. Darme cuenta del potencial de la gente en ser mejor. 

Creer en las personas, en que sus problemas se pueden solucionar y transmitírselo sinceramente es, desde mi punto de vista maravilloso, sobretodo cuando finalmente ves que has sido capaz de acompañar a esa persona en un difícil momento de su vida y ha sido capaz de volver a ser feliz. De sonreír.

Es muy bonito sobretodo cuando llega alguien dispuesto a cambiar, a enfrentarse a lo que haga falta porque esta dispuesto a luchar por ser mejor, feliz! Ambición de la buena.  Algunos lo llegaran a etiquetar de valentía. Dejar atrás el inconformismo del día a día con la excusa de que el tiempo ya lo solucionará todo. Nada más allá de un autoengaño, de un atentado contra su salud.

Y, me vais a perdonar, pero a parte de psicólogo soy un romántico, y me encanta escuchar cuando llega alguien a mi despacho y me dice: Yo estoy aquí por amor. Alguien atraído a cambiar algunos de sus limites, constructos o miedos infranqueables por su felicidad. Porque no nos engañemos, se trata de la felicidad de cada uno, no de sus parejas, se trata no de cambiar la personalidad de las personas, sino de dejar atrás miedos, inseguridades, experiencias negativas no cerradas por el propio bien de cada uno, de afrontar y dejarse llevar, por valorar la persona que tienen al lado y estar dispuestos a cambiar por sí mismos para poder seguir con aquella persona. Eso es un valor doble, algo que dices chapeau! No solo has hecho el paso de decir, necesito cambiar cosas de mi vida y necesito ayuda de alguien porque yo solo no se como hacerlo, lo cual conlleva una cura de humildad, sino que ademas eres capaz de hacerlo por tu bien y por el de otra persona! Y más admirable aun es por el hecho de que esa persona venga voluntariamente, porque se haya dado cuenta de que necesita ese cambio sin que nadie se lo haya pedido, es ahí donde radica la diferencia de tomar conciencia sobre uno mismo, ya que si alguien viene porque se lo han pedido pero no llega a ver el su necesidad real de cambio poco sentido tiene.

Y ahora os diré aun más. Y que es de aquella persona que me dice: Quiero cambiar cosas de mi vida por mi hijo, porque quiero que sea feliz conmigo. Ahí me emociono sanamente. Es el súmmum del amor, desear lo mejor para tí porque al fin y al cabo es lo mejor para el amor más puro, que es del del padre o madre hacia su hijo. Dejando de lado todo egoísmo habido y por haber, deshaciéndose de toda excusa, engaño o beneficio del síntoma que tendría seguir así, por no ver más allá, no ser capaz de ver las consecuencias negativas a largo plazo que tendría no cambiar en ese momento, no prevenir en su salud. 


Y corroboro entonces lo bonito de mi trabajo, poder creer en el potencial de mejora de cada uno sin excusas, incondicionalmente ayudarle a obtener una percepción distinta de la realidad, crear conciencia y potenciar los cambios. 

Todos vienen por amor, por amor propio, porque se quieren, y porque quererse implica cuidarse.

Creerme si os digo que no lo cambiaría por nada del mundo.



 
Aveces hay que mirar debajo de la punta del iceberg, hay que buscar el fondo de la cuestión.