jueves, 20 de marzo de 2014

Cuestión de roles

Seguro que todos habéis oído hablar del papel del ROL que ocupamos en diferentes contextos.
El rol es aquella función que llevamos a cabo en diferentes lugares, tareas o momentos de nuestra vida.
Una persona puede llevar a cabo el rol de director de una empresa, el rol de entrenador de un equipo deportivo, el rol de padre, el rol de marido, el rol de hijo, el rol de padrino y el rol de jugador de un equipo. Llevamos pues a cabo diferentes funciones en nuestro día a día.

El rol que nos define en cada aspecto viene precedido por unos objetivos a cumplir, unos mínimos que definen la función de dicho rol.

El aspecto básico de un rol pues, si hacemos el hipotético deductivo es que para cumplir con nuestro rol debemos conocer qué se espera de nosotros, qué objetivos y funciones definen cada rol y qué estamos dispuestos nosotros a aportar de propio a ello.



No veo un mejor ejemplo para hablar sobre los roles que poniendo el caso de los "CASTELLERS".
"Els castells" son... bien, todos sabéis qué son. Pero ahora miremos con otros ojos. Es una conjunción de personas, de decenas y cientos de personas que se unen con una única función. Levantar y desmontar la torre. Cada persona cumple su función, y ninguna, absolutamente ninguna es más importante que la otra. Es el claro ejemplo que si una de estas personas comete un error, puede llevar al equipo a no conseguir su objetivo; es más, la primera función que han de tener todos, y sería una función común en cada rol es la CONFIANZA. La seguridad de que la persona que hay debajo está confiando en la que sube, o en la que tiene debajo en que aguantará y que está concentrado cumpliendo su rol para que todo salga bien es completa.
No siempre el que hace el mejor castell es el que más satisfecho está, sino el que consigue llevar a cabo su objetivo, consiguiendo que el valor competitivo sea interno y no externo.
"Fuerza, equilibrio, valor y seny" dicen que son algunas de las cualidades básicas para poder hacer castells, pero hay algo que no debemos olvidar, y son los valores, la integración, sentido de identidad y pertinencia a un grupo, la sinergia que ello supone, donde convergen jóvenes y mayores, mujeres y hombres, millonarios y trabajadores.

No soy un experto en este movimiento, espectáculo patrimonio de la humanidad y signo de identidad, pero es el mejor ejemplo que tengo para expresar de forma metafórica el rol del rol.

Pensemos en una empresa, donde el fundador o CEO tiene la función de llevar su proyecto al cielo. La mayor parte de las veces no es capaz de conseguir levantarla solo, necesita de aliados, gente que confíe igual que él en que el objetivo que tiene el negocio es posible.
La mayoría de las empresas transmiten a sus trabajadores una idea de qué puesto han de cubrir, para qué se les contrata, dejando un poco de lado cuál es la función de la empresa, a lo que se dedica. Se le explica su puesto, sus funciones y objetivos, pero no se le confía más allá. Si fuera así, el castell caería.
Los roles muchas veces, a pesar de estar claros no van más allá de una meta individual. En otras palabras, no se consigue el sentido de pertinencia. La mayoría de las veces por las grandes desigualdades que hay en las jerarquías empresariales.
Los proyectos que triunfan son aquellos que pretenden llevar a los más jóvenes arriba de todo, pero no a costa de los mayores, sino con ellos, donde las "enxanetas" dan luz a que el objetivo es visible, es de todos y gracias a TODOS.

En el deporte pasa tres cuartos de lo mismo. ¿Objetivo de un equipo? El de todos. ¿Rol de cada jugador? Diferente, pero cada persona tiene una posición para conseguir la cima del equipo, para confiar en el grupo a ciegas. La enxaneta es como el delantero centro del equipo de fútbol, es quien llega a la consecución de parte del objetivo y la otra enxaneta es el portero, quien consigue que el castell se descargue. Pero nadie dudaría en reconocer la importancia de los defensas que protegen la base, los medios que ayudan al delantero a conseguir el objetivo y al portero a que el derrumbe no le llegue; ¿verdad?
El entrenador es un facilitador, un docente que transmite las funciones de cada rol, el objetivo a llevar a cabo por cada uno para que el objetivo común se pueda realizar, para que la secuencia sea posible.

Además es necesario que el entrenador, así como el gerente o director de una empresa sepa cómo transmitir qué se espera de cada uno, cual es su rol allí para que el objetivo de todos sea posible, y que además cada persona, como ser único que es, le de su toque personal, aquello que puede aportar únicamente él para que el resultado sea más. Más rápido, bonito, más personal.

Últimamente está muy de moda hablar de Team Building, de coaching y de motivar. Antes hay que tener claro qué significa un rol y saber llevar a cabo nuestro rol personal en una empresa, en un equipo o en nuestra familia, detectar las necesidades de los demás roles, conseguir que las cumplan por el bien de todos y elevar el castell a la cima, para después desmontarlo y poder montar otro, y otro, sólido, fuerte, alto.

Los psicólogos, los coach tenemos el rol de ayudar a que esto se pueda comprender, se pueda llevar a cabo, que las funciones queden más claras, los roles más definidos, ejecutados y las personas más comprometidas, motivadas y dando su 100% por el bien común, para subir la torre, para que la "ENXANETA" suba la mano arriba de todo, para que la gente aplauda cuando estén todos a bajo aplaudiendo y sonriendo de alegría.

Es una oda a la humanidad, els "CASTELLS", simbolizan el poder humano. Nosotros solamente hemos de saber focalizarlo en nuestras vidas, en darnos cuenta que solos es difícil conseguir las cosas, pero que con la ayuda de la gente, confiando en la sociedad podremos llegar al cielo de la mano de nuestras enxanetas, es decir; haciendo que generaciones tras generaciones los más pequeños pasen a ser la futura base de nuestro castell.

Para concluir os recomiendo que miréis el vídeo del documental "Enxaneta", donde se explica qué significan realmente els Castellers y que todos, al rimo de la música suben y suben y todos lo hacen subir.

ENXANETA

miércoles, 5 de marzo de 2014

Efecto Puyol

Cuando hablamos de Carles Puyol todos tenemos en mente a uno de los mejores defensas de la historia del fútbol.

Hay varias cosas en las que fijarse si queremos tener una ligera idea de qué aspectos han llevado a este jugador a convertirse en un icono para el FC Barcelona y para la Roja, así como para éste deporte a nivel mundial.

En primer lugar, lo que le ha hecho grande es su perseverancia: El mejor ejemplo lo tenemos con su última lesión, y la constancia que ha tenido para trabajar sin cesar con tal de estar en el terreno de juego al máximo de sus posibilidades. En el campo siempre es así, sale y no da una pelota por perdida, va a todas, siempre está ahí, signo también de su calidad en la visión de juego, signo también por otro lado de su concentración en la tarea.

Puyol es coherente, se rige por unos valores muy claros: El fútbol es un deporte, en el que yo tengo que procurar limpiamente que el balón no cruce la línea de mi portería, y menos con la mano, puedo hacer lo que sea. Es el claro ejemplo de dejarse la piel en el campo. Puyi siempre ha dado la cara.

Sin ser un jugador sucio, ni teatral, es un duro defensa, contundente y potente. Tiburón

Ha demostrado también ser fiel a sus colores, a su club y a su ciudad así como a su selección.

Nunca una palabra de más en los terrenos de juego, intentando siempre rebajar la tensión en los peores momentos de tensión. 

Humildad en saber ser el capitán de uno de los mejores clubes de fútbol a nivel mundial. Traspasando su generosidad en ceder el rol de capitán a otros compañeros con amables y grandes gestos de valores como ceder el brazalete a Abidal, evitar conflictos en el terreno de juego al sacar un mechero que le lanzaron. 

Tanto con el Barça como con la Roja, este jugador de la Pobla está siendo un referente en el vestuario, probablemente debido a que su activación la transmite al equipo en cada momento, siendo una mecha que lleva a encender siempre el espíritu de sus compañeros tras encajar un gol, para juntarlos tras meter su equipo uno o para subir y bajar incansablemente para meter goles de cabeza y luego robarle el balón a los mejores delanteros del mundo. Esto es liderazgo.


Incansable.

Tras su anuncio de dejar a final de temporada el club de su vida, ha hecho que empecemos ya todos a rendir homenaje a su carrera, a su esfuerzo por dar siempre el máximo de sus posibilidades, a la espera de que decida si se marcha a otro club, donde pueda jugar a un nivel menos exigente para finalizar su carrera deportiva o bien si por el contrario decide colgar las botas e iniciar su transición deportiva hacia su nueva vida laboral.

Este será un momento crucial, que deberá preparar con antelación para tener en cuenta todos los factores que pueden repercutir en su vida como ex-jugador, pero me atrevería a prever que Puyol sabrá cómo hacerlo, cómo asesorarse de los profesionales adecuados para redirigir el rumbo de su vida, al lado de su familia, porqué siempre ha demostrado tener la cabeza para algo más que para lucir melena.

Para todos los amantes del fútbol, de los valores, de la cualidad personal y la psicología, disfrutemos de este eterno central.

Gràcies Puyi, gràcies capità.

Etern